La tricoscopia nos permite visualizar el cabello junto al cuero cabelludo con un gran aumento y mediante una luz polarizada siendo una herramienta imprescindible para el diagnóstico de la patología capilar. Mediante programas informáticos con software de tecnología APS (sistema pronóstico de alopecia) tomamos medidas de distancia entre folículos, grosor capilar, densidad y diámetro de pelo. Esta técnica es cómoda para el paciente ya que no produce ningún daño y proporciona información muy completa para el diagnóstico correcto de la alopecia y la respuesta al tratamiento.
Para realizar la tricoscopia no se necesita preparación previa. La tricoscopia nos sirve para confirmar el diagnóstico de ALOPECIAS incipientes o crónicas como la alopecia androgénica o descartar ALOPECIAS cicatriciales de tipo autoinmune (alopecia frontal fibrosante, foliculitis decalvante o liquen planopliar), también permite valorar el cuero cabelludo estudiando la dermatitis seborreica o psoriasis que inciden de manera importante en la caída capilar.